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En el centro de nuestro hermoso poblado se puede ver la parroquia de San Agustín, Patrono de la iglesia regional de Tlachichila.

 La  fecha de su onomástico es el 28 de agosto en  una temporada de más actividad  en los trabajos   agrícolas, así que los Hacendados acordaron recorrer la celebración de su fiesta hasta el 28 de septiembre.

Esta fecha la seguimos  respetando en coordinación con las comunidades de la parroquia de Tlachichila, al igual con los hijos ausentes que nos visitan por estos  días, y juntos, veneramos con alegría las fiestas patronales  de San Agustín.  

 

Historia ó leyenda

La imagen de San Agustín que tenemos en el altar mayor de la parroquia, dicen que  es un misterio en la forma  que vino a nuestra tierra colorada, cuentan que en el tiempo que estaba en plena producción esta Hacienda donde hoy es Tlachichila, un trabajador se dirigía a sus labores como de costumbre, era un hermoso amanecer cuando inesperadamente al pasar por el camino real, se encontró con una mula cargada con una caja de madera.

Intrigado el señor fue a dar aviso a otros compañeros y juntos regresaron al lugar done se encontraba el animal y aunque se notaba muy fatigada por la pesada carga, ahí los espero paciente. Acordaron llevarla a la casa del trabajador que se la había encontrado para descargarla y darle de comer, pensando que pronto aparecería el arriero que pudo haberla extraviado, pasaron los días, la mula desapareció y la caja no fue reclamada.

El trabajador de la hacienda y otros compañeros, al considerar que ya era tiempo suficiente de espera, abrieron la caja para llevarse la impresionante pero muy agradable sorpresa, ahí venia San Agustín, y aunque por el momento no supieron de que santo se trataba, lo recibieron con alegría y respeto.

Lo colocaron en un lugar que le improvisaron en la misma casa mientras investigaban su identidad, por mucho tiempo  lo siguieron venerando en ese sitio, hasta que le construyeron su capilla donde hoy se encuentra la parroquia.

Cuentan también, que en el tiempo de la revolución cristera, los federales que acecinaron al SR. CURA CARRANZA, montados a caballo  entraron al templo con la mala intención de bajar  de su altar   a San Agustín, lo lazaron entre cuatro   y amarrando a cabeza de silla lo jalonearon  sin  lograr siquiera moverlo.